martes, 23 de noviembre de 2010

El gran tesoro de Benínar: su vega (Parte I)

En la sociedad actual en la que vivimos estamos acostumbrados a ir al supermercado y tener una gran variedad de productos donde elegir y aprovecharnos de ello para llenar la despensa y el frigorífico. Para los benineros esto no es nada nuevo, en el fértil valle en el que se enclavaba Benínar existía una gran variedad de árboles y cultivos que permitían mantener las despensas (aún no había frigoríficos) llenas durante todo el año.

Ilustración 1: Benínar en 1968

Entre los árboles y cultivos existentes en Benínar cuatro de ellos destacaban por encima del resto: higuera, olivo, parra y almendro.

En primer lugar, la higuera, no por su importancia económica sino por la gran calidad de sus brevas, lo que les permitió gozar de una gran fama, y al igual que Turón fue muy conocido por sus higos, Benínar lo fue por sus brevas, prueba de ello era el siguiente dicho: soy de Benínar y con brevas.

En segundo lugar, sus olivos que permitían mantener las despensas llenas de aceite durante todo el año, siendo éste muy empleado en la cocina como es habitual en la gastronomía mediterránea.

En tercer lugar, la parra, al igual que hoy en día los invernaderos constituyen el motor económico de la provincia de Almería, hace 40 años a la producción de uva de mesa le correspondía ese honor. Aunque en Benínar la producción de uva no llegó a ser tan importante como en otros lugares de la provincia como lo fue en Ohanes o Berja, constituyó una importante fuente de ingresos para los benineros.

En cuarto lugar, el almendro. Aunque éste no se cultivaba en la vega si no que era un cultivo marginal dándose en zonas de secano y difícil acceso, constituyó una importante fuente de ingresos.

A continuación os cito algunos de los árboles y cultivos que existían en Benínar, indicando alguna información de los mismos así como su calendario de producción.

ÁRBOLES

Higuera (Ficus carica)

Existían diversos tipos de higueras: orquinas, de cuello paloma, jayuela, de pasa etc. El calendario de producción se extendía desde el 20 de junio al 10 de julio con las brevas. Los higos iban desde últimos de junio con los jayuelos hasta el mes de diciembre con los de pascua. Las higueras de pascua y las breveras estaban en la vega, el resto estaba mayoritariamente en secano.

Ilustración 2: Higuera de pascua

Naranjo, mandarino y limonero (Citrus sp.)

Las principales variedades de naranjos de Benínar eran: de Malta, Rioja, Washingtona. El resto se le conocía como naranjas corrientes. Se empezaban recolectando a partir de navidad y se terminaba recolectando naranjas en el mes de mayo.

Ilustración 3: Naranjo Washington

En cuanto al mandarino, su calendario de producción era similar al de la naranja, se empezaban recolectando en el mes de noviembre, siendo las últimas en recolectar las de olor, que como su nombre indican tenían un fuerte olor característico.

Ilustración 4: Mandarinas de olor

El limonero era de gran interés durante la época de las matanzas, pues el jugo del limón (también se empleaba el jugo de las naranjas corrientes) se empleaba para limpiar las tripas de los cerdos que se usaban para hacer embutidos. Los limones estaban disponibles durante todo el año.

Ilustración 5: Limonero

Manzano (Malus domestica)

Principalmente había dos tipos una variedad más temprana y otra más tardía conocida como camuesa. El calendario de producción se extendía desde primeros de julio hasta septiembre.

Ilustración 6: Manzano

Peral (Pyrus communis)

El calendario de producción era similar al de las manzanas. Había tres o cuatro variedades de perales.

Ilustración 7: Peral

Membrillo (Cydonia oblonga)

Existían algunos ejemplares para consumo propio. La recolección solía tener lugar entre octubre y noviembre.

Melocotonero (Prunus persica)

En Benínar se conocían con el nombre de duraznos. Había tres o cuatro variedades y se recolectaban entre agosto y septiembre.

También existían tres o cuatro ejemplares de los que hoy conocemos como paraguayos y que en Benínar se conocían como duraznos de tomate.

Níspero japonés (Eryobotria japonica)

El calendario de producción iba de mediados de abril hasta mediados de mayo.

Ilustración 8: Níspero japonés

Níspero europeo (Mespilus germanica)

Este es el níspero original y no el anterior, aunque en la actualidad es menos conocido que el japonés. En Benínar era un árbol conocido, se le conocía níspolas de la sierra o de podrir. La recolección del fruto tenía lugar entre mediados de noviembre y finales de noviembre. Una vez recolectadas se almacenaban en la casa para ir consumiéndolas conforme iban madurando.

Ilustración 9: Níspero europeo

Chirimoyo (Annona cherimola)

No era un árbol muy corriente en Benínar, pero existían algunos ejemplares (2-3 ejemplares). Su recolección tenía lugar en el mes de noviembre. No eran muy productivos pero sus frutos eran muy sabrosos.

Ilustración 10: Chirimoyo

Ilustración 11: Detalle del fruto

Olivo (Olea europaea)

Su calendario de recolección iba desde finales de diciembre hasta finales de marzo. La variedad más común en Benínar era la conocida como “del país”. También había algunas variedades destinadas para encurtidos.

A diferencia de lo que ocurre en otras zonas donde se cultivan olivos, en Benínar solían tener un único pie (en las zonas de Córdoba y Jaén es habitual que los olivos se cultiven a tres o cuatro pies) y alcanzando grandes dimensiones. En Benínar existían olivos en los que se tardaban varios días en recolectar toda la aceituna. En la Vegueta había uno, conocido como el olivo de la bandera, al que se le llegaron a coger 30 fanegas (1.500 kg aproximadamente) de aceituna, en este caso el olivo tenía cinco pies. En la Ramblilla a la altura del badén donde cruzaba la carretera había otro olivo con tres pies al que se le recogieron 25 ó 26 fanegas. El que subía a él a echar aceituna no bajaba hasta dar de mano, por la dificultad que tenía para subir en él.

La mayoría de la producción se destinaba a la obtención de aceite, existiendo en el pueblo varias almazaras, y una pequeña cantidad de la producción se destinaban al consumo como encurtidos.

Ilustración 12: Olivo

Almendro (Prunus dulcis)

En la vega existían muy poco, pero en los secanos existía un gran número. Las variedades más comunes eran: malagueña, corcheras y otras. En Benínar las almendras de la variedad malagueña eran conocidas como largas y el resto como cortas. Cuando se vendían las almendras por arrobas la malagueña eran 52,5 kg y la corta eran 53,5 kg, es decir de 52,5 kg de malagueña deberían de salir 11,5 kg de pepita, mientras que de las otras se necesitaban 53,5 kg. La recolección tenía lugar entre últimos de julio y el mes de agosto.

Caqui (Diospyros kaki)

El número de ejemplares era reducido. Su recolección tenía lugar en el mes de noviembre.

Ilustración 13: Caqui

Azufafifo (Ziziphus zyzyphus)

Es una especie fácil de cultivar en la zona que no requería de especiales cuidados. Esta especie emite un alto número de sierpes lo que hacía que normalmente se ubicase en las orillas o balates. Al ser una especie muy invasora y no ser rentable, existían muy pocos ejemplares. La recolección del fruto tenía lugar entre los últimos días de agosto hasta últimos de septiembre.

Ilustración 14: Azufaifo

Ciruelo (Prunus domestica)

Existían varias clases de ciruelos, de ciruelas blancas y negras. Entre los de ciruelas negras destacan los conocidos como “huevos de fraile”. La recolección tenía lugar entre los meses de julio y agosto.

Granado (Punica granatum)

Su fruto era destinado al consumo propio por lo que se solía plantar en las orillas. Su fruto tenía una larga conservación, contribuyendo a que el árbol estuviese extendido por el pueblo. Su recolección empieza a mediados del mes de octubre hasta finales de noviembre. Los frutos recolectados se colgaban en cañas para conservarlos durante más tiempo.

Ilustración 15: Granado

Parra (Vitis vinicola)

Existían varias variedades siendo la más extendida la de Ohanes, al ser la que mayor comercialización tenía. Se empezaba a recolectar con la clarilla en julio para terminar en diciembre con la napoleona. Las uvas de la variedad Ohanes se solía encañar, permitiendo que se consumieran uvas hasta el mes de marzo.

Albaricoque (Prunus armeniaca)

Había dos variedades: los de mayo y los san juaneros. Como indican sus nombres, unos se recolectaban a últimos de mayo y otros para San Juan.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

El altar de la Iglesia

Cuando nos referimos al altar de la Iglesia de Benínar la imagen que nos puede venir a la memoria, en especial a la gente de mi edad, es la que a continuación os muestro.



Sin embargo el altar no siempre fue así, aquí tenemos una foto que lo confirma.


La decoración también solía cambiar según las festividades.

domingo, 7 de noviembre de 2010

Fauna en el Río Verde

Este domingo Paco Ramón, Pepe Agus, Sara, Celia y yo decidimos dar una vuelta por las inmediaciones del río, con un doble objetivo:

· Avistar algún Fartet

· Averiguar que fotografiaron Paco y Pepe en su anterior visita.

Fuente: http://www.juntadeandalucia.es/averroes/nuevaandalucia/agua/EL%20FARTET.htm

En el mapa podemos ver los lugares de distribución del Fartet, corroborando el testimonio de Paco Ramón de verlos a cientos en el canal y en balsas de riego.

La mañana empezó prometiendo, pues visitamos el canal por el que circula el agua del río y allí pudimos avistar dos ejemplares de cangrejo de río, los cuales fotografiamos y a uno de ellos lo capturamos para poder identificarlo.

El autor de la captura fue Pepe Agus empleando un sistema casero desconocidos para nosotros. Aquí os presentó algunas de las fotos.

Empleando unas claves dicotómicas (en esta páginas podéis encontrarlas: http://www.faunaiberica.org/?page=cangrejo-de-rio) lo hemos catalogado como Procambarus clarkii, que es una especie de cangrejo de río americano. Por lo que podemos afirmar que en el Río Verde existe tal especie. Tras fotografiarlo lo volvimos a soltar y vimos como se alejaba rápidamente para esconderse de nosotros.

Si comparáis al cangrejo de estas fotos con el que fotografió Pepe y Paco, veréis que no se parecen mucho, sobretodo éste tiene unas pinzas más desarrolladas. Por lo que desconocemos que especie vieron, posiblemente se tratase de otra especie de cangrejo.

De aquí cogimos el coche y nos fuimos a las Fuentes de Marbella intentando encontrar algún indicio de dicho ejemplar.

Buscamos y buscamos pero nada, ni rastro. Había bastantes ejemplares de cangrejos muertos, que por el aspecto se parecían a la especie identificada. Cangrejos vivos en el río pocos, ranas a cientos.

Cuando prácticamente habíamos la esperanza de encontrar algún cangrejo nos encontramos esto:

Un ejemplar de cangrejo muerto en buen estado y que no tenía nada (aparentemente) que ver con los demás restos de cangrejos muertos que encontramos. Las pinzas en los demás casos eran oscuras con puntitos rojos por arriba y rojizas por abajo. Una lástima que con esta fotografía no consigamos sacar la suficiente información para identificarlo.

Desde aquí nos fuimos a la desembocadura del río para subir unos 500-600 m río arriba buscando alguna especie de pez o anguila.

Al llegar a un remanso en el río nos encontramos con peces, que por su tamaño no debían de ser Fartet, y desconocemos de qué especie se trataba pero eran muy numerosos. Tratamos de fotografiarlos pero el día estaba algo nublado por lo que no se veía que había debajo del agua, esperemos tener más suerte otro día.

Al final nos lo pasamos muy bien, no vimos al Fartet ni al cangrejo misterioso, pero nos divertimos muchísimo, esta es la prueba.

Esta es la anécdota de la excursión, sólo los cinco excursionistas sabemos que nos hacía tanta gracia. Si queréis saber por qué nos reíamos apuntaros a la próxima.

La recompensa a nuestro esfuerzo: unas buenas migas hechas por Marilola y Margarita. Para chuparse los dedos.